Esta semana hay muchas ofertas por el Día del Padre, pero ante todo somos hijos o hijas y es muy frecuente que estemos en desacuerdo con nuestro viejito.
En mi caso lo recuerdo como un hombre bueno e imperfecto, pero ahora sé que así somos todos. En mi niñez era mi héroe y con mi madre y mis hermanos viajamos por el país acompañándolo en su trabajo. Era dedicado, le gustaba el deporte y también su cerveza el fin de semana con sus amigos.
En los 60’s el Perú era muy pobre y los gobernantes solo cuidaban sus intereses (el tiempo pasa y seguimos igual, ¿eh?), pero mi padre siempre se las arregló para cuidar a su familia. Cuando me convertí en adolescente tuve muchos desencuentros con él, aunque con el tiempo entendí que las incomprensiones existen en cualquier relación.
De pronto me hice adulto y mi padre envejeció ante mis ojos: el atleta que conocí ya no lo era más, el hombre trabajador se jubiló y tranquilamente fue aceptando la lenta pérdida de sus facultades. Empecé a dedicarle más tiempo pues ya no se valía por sí mismo, su conversación se hizo pausada y repetitiva pero no perdía el interés en sus nietas y sus hijos. Una mañana temprano fui a verlo y lo encontré dormido, me acerqué y entendí lo inevitable, a sus 92 años había llegado el momento de la despedida final. En ese momento pasaron por mi mente penas y alegrías, cosas que hicimos y que no hicimos, decidí quedarme con los buenos recuerdos pues mi padre me cuidó en mi niñez y me apoyó en mi juventud; y ahora, este domingo, ya no podré saludarlo.
Si aún tienes a tu padre aprovecha cada momento con él, quizá no estén de acuerdo en todo pero créeme que finalmente lo estarán. Si eres padre de familia ten paciencia con los jóvenes, quieren cambiar el mundo y está bien que así sea, al final todos somos seres humanos en la eterna búsqueda de la felicidad.
Estamos en tiempos complejos pero recordemos que en nuestro país siempre fue importante la vida familiar, así que este domingo con buen ánimo celebremos el Día del Padre pues en el fondo creo que todos pensamos que “es un buen tipo mi viejo”.
Muy linda narrativa…añoro los tiempos felices en casa en familia y en la playa…siempre alegre y MUY positivo sobretodo frente a la adversidad que la vida le ponía…Le agradezco a Dios por el padre que nos dió y aunque ya no esté, sus recuerdos vivirán en mi corazón.
Jaime, 1000% de acuerdo, mi viejo con sus 85 años , aún lucido, y es cierto, hoy con mis hijos igual, a esforzarnos más, con la gracia de Dios y la fuerza de seguir dando lo mejor, un abrazo, a todos los padres de familia, por sacar adelante a sus familias en esta nueva realidad.
Muy buen comentario, y me trajo recuerdos del mio.
Ya pasaron a otro level, pero siempre quedan en nuestros corazones.
Deliz día del Padre!
Totalmente de acuerdo Jaime. Siempre endiose a mi padre (hasta ahora a sus 76 lo sigo haciendo), hasta ahora no entiendo como hacia con su preocupación cuando yo salía a la calle de noche y no llegaba (no existía el celular). Ahora que soy padre, teniendo celular, me preocupo por mi hijo cuando sale.
Los tiempos cambian, pero el sigue al pie del cañón, ahora por sus nietos a los que tanto adora.
FELIZ DIA DEL PADRE!!