Lo más probable es que estos días hayas visto películas online, revisaste tus redes sociales o tal vez has participado en algún juego electrónico en internet. Ello gracias a que hay miles de empresas tecnológicas que prestan servicios en Internet que aparentemente tienen poca o mínima presencia física pues todo funciona “en la nube” con gastos reducidos.

La realidad es otra pues todas las empresas tecnológicas requieren el soporte físico de gran cantidad de computadoras, cables, hardware, etc., que se instalan en grandes ambientes con potente aire acondicionado llamados Datacenters, que tienen relativamente poco personal pero sobre todo consumen mucha electricidad… y generan contaminación.

La mayor red mundial de datacenters es Amazon Web Services -AWS-, seguida por Azure (Microsoft), IBM, Google y Ali Baba. Estas enormes cadenas de datacenters atienden a clientes como Netflix, YouTube, Facebook, Instagram, etc. para dar soporte a su captación, almacenaje y gestión de enormes cantidades de datos. Las llamadas “criptomonedas” también requieren grandes datacenters que consumen enormes cantidades de electricidad.

Esto está causando que se esté invirtiendo más y más en grandes y veloces “supercomputadoras” con sistemas de inteligencia artificial, todos instalados en los datacenters, el impacto obvio es un rápido aumento del consumo de electricidad, el problema es que más del 60% de la electricidad mundial se produce en plantas consumidoras de carbón o gas, que son muy contaminantes; China, USA, India, Rusia y Japón son los mayores contaminadores del mundo y queman carbón y petróleo en enormes cantidades pues así es más barato producir electricidad pero también aumenta el cambio climático.

La solución es utilizar las llamadas “energías verdes” o “energías renovables” (agua, viento, sol, biomasa y otras) para producir electricidad sin afectar el ambiente, hay que decir que ya se habla de “descarbonizar la electricidad” y hay paises como Alemania y Japón que avanzan en cerrar plantas de carbón y plantas nucleares para reemplazarlas por “energías renovables” pero es un proceso que tardará décadas, mientras tanto el calentamiento mundial avanza.

Sorprendentemente en el Perú casi  el 65% de la electricidad viene de energías “verdes” (caídas de agua y también viento, Sol y biomasa) , es decir somos un país avanzado (al menos en este tema) pues disponemos de más de 30 hidroeléctricas de diversos tamaños que generan electricidad aprovechando las caídas de agua que vienen de los glaciares andinos.

Este notable avance se debe en gran parte al visionario Ingeniero electricista y matemático Santiago Antúnez de Mayolo, quien hace 100 años se adelantó a la época y propuso aprovechar las numerosas caídas de agua de nuestra cordillera para instalar plantas de “energía limpia” (sin contaminación), así promovió el desarrollo de la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato como punto de partida para la electrificación del Perú y luego siguieron varias más. Antúnez de Mayolo  fue también un gran investigador y en 1943 llegó a ser candidato al premio Nobel de Física; actualmente nuestra mayor planta Hidroeléctrica lleva su nombre.

Hoy ya tenemos “parques eólicos” (en Talara y Marcona) con grandes molinos de viento que generan electricidad, también avanza la electricidad solar e incluso tenemos pequeñas plantas que usan biomasa ( desechos agrícolas) para producir electricidad.

Es impactante como una sola persona con gran visión logró beneficiar a millones de peruanos durante tantos años, hoy en energías renovables el Perú avanza en la dirección correcta superando a las grandes potencias.